Ya os he dicho varias veces que este curso no ha sido bueno. Aunque sí ha tenido sus cosas buenas. Al menos espero saberlas ver.
No, no ha sido bueno, y el resultado final de mis alumnos ha sido bastante descorazonados.
Finalmente, en mi tutoría, seis alumnos van a pasar ya seguro a cuarto de la ESO; tres de ellos con todo aprobado, uno con una asignatura suspensa y otros dos con dos.
De los cuatro que quedan, dos van a formación profesional básica, aunque sin muchas esperanzas de que lo saquen ni siquiera por ese camino. Otro tiene tres suspensos, pero hizo el examen de acceso a ciclos de grado medio y lo aprobó, así que tiene resuelto el curso próximo. Y el otro es una verdadera incógnita. Sé que no va a sacar la ESO, le he aconsejado hacer una formación Básica, pero insiste en que no, y además sus padres no se han querido entrevistar conmigo en todo el curso, así que no he podido decirles lo que opino y mi decisión, la nuestra, la de los profesores, a la hora de proponerle qué hacer el curso que viene.
Desde mi departamento y desde varios compañeros me piden que el curso que viene imparta clase a ese grupo de cuarto de la ESO en el que van a estar mis seis alumnos, para que haya seguimiento, para que les eche una mano y para que tengan una oportunidad mayor para sacar el título.
Lo del título lo veo muy difícil. Ha sido complicado trabajar con ellos en grupo pequeño, animándoles a cada instante y con un programa especial para ellos. En un grupo más grande se van a perder salvo que se esfuercen, cosa que veo poco probable.
Y lo de darles clase el próximo año me parece un castigo como otro cualquiera, no sé si para ellos pero sí para mí. Solo de pensarlo ya me pongo mala. Pero si me lo dicen un par de veces sé que aceptaré, por todo aquello de la responsabilidad, y de seguir luchando por ellos un poco más, porque, como dice mi orientadora, si no lo haces tú, no lo va a hacer nadie.
En cuanto a mis otros grupos, los resultados son mucho mejores. Los chicos de segundo de PMAR eran cinco y de ellos tres pasan bien, uno quizá en septiembre y otro se va a una Formación básica. Y de segundo de la ESO aprueban la mayoría, y conmigo muchos, casi todos, excepto dos alumnos imposibles, uno por el idioma y otro porque no ha querido hacer nada, y uno más que espero que apruebe en septiembre.
Repasando lo escrito me parece que ha estado mejor de lo que me parece. Los grupos eran complicados, pero uno siempre se queda con la sensación de no haber hecho todo lo que podía.